VENTAJAS: Ideal para un fin de semana romántico en pareja y de relax total. Ubicado en un barrio del pueblo con buena comunicación con el pueblo viejo, el centro y la playa. Es una finca reformulada en hotel, la estancia fue muy tranquila como si vivieras en una casita de Altea. Nosotros reservamos la habitación independiente familiar y justo tenía una puerta privada por donde entrar y salir sin tener que pasar por recepción, lo que nos daba más independencia si cabe. El trato fue muy amable y el desayuno muy bueno en la terraza del hotel con pan casero.DESVENTAJAS: No tenía televisión la habitación, lo que es ideal si buscas un fin de semana de total desconexión, pero si vas con tiempo se hace un poco raro no tener una tele que poder ver un rato antes de dormir o al levantarse. Nos dieron la clave WiFi pero el WiFi no funcionó en todo el fin de semana, aparecía puesto que en las habitaciones sólo funciona por cable. Por la noche no hay recepción, da un poco de inseguridad a pesar de haber un teléfono de emergencias, aunque el pueblo es muy tranquilo y no se oye ni un alma por la calle.
Anónimo (31 mar. 2016)